El cesto de los tesoros es una propuesta de juego muy recomendada a partir de los 6 meses… ¿habéis oído hablar de él?
Fue creado por Elinor Goldschmied, y su objetivo es incitar a los pequeños a jugar descubriendo y experimentando por sí mismos con diferentes materiales.
Para crear uno, lo que haremos será escoger elementos de uso cotidiano de diferentes formas, materiales y texturas que puedan ser interesantes para el bebé. Por eso mismo, es un regalo fantástico si visitamos a un bebé pequeño, que, además de económico, podemos hacer nosotros mismos y darle ese toque personal.
¿Qué tipo de cesto es el más adecuado?
Según Elinor, el cesto ideal debería medir unos 35cm de diámetro y unos 10/12cm de altura.
No obstante, podemos adaptar un poco estas medidas a lo que encontremos siempre y cuando tengamos en cuenta que:
- Tiene que ser seguro, que no tenga esquinas ni salientes (ojo amantes del mimbre).
- Que sea ligero para que el bebé pueda manipularlo él solito (no le demos una caja de madera con 6 meses).
- Priorizaremos el material natural.
- Para mí, lo ideal es una cestita que no sea ni muy dura, ni muy blanda.
¿Qué objetos meteremos dentro?
Podemos meter muchísimos tipos de objetos, no hay un «set estándar» para estos cestos. Demos rienda suelta a nuestra imaginación e intentemos combinar materiales para que el bebé se sienta atraído por los objetos y explore.
- intentaremos colocar elementos de distintos materiales:
- madera: un huevo de zurcir calcetines, una cuchara pequeña de cocina, un aro de madera, mortero pequeño…
- metal: las flaneras les encantan, una cuchara, un colador pequeño, un llavero con llaves…
- mimbre: sonajero de mimbre? vuelven a estar de moda!
- plástico: un vasito…
- algodón: cualquier cosa de crochet, trozos de trapo…
- comestibles: una manzana, una judía verde, un plátano…
- Pensemos también en las diferentes texturas:
- suave: un peluche blandito, una tela lisa…
- irregular: un trozo de huevera de cartón, un colador, un cestito de mimbre…
- con «púas»: un cepillo de uñas, un pincel de cocina…
- Podemos también jugar con los sonidos:
- un arco de cascabeles, las llaves en un llavero, el sonajero, un bote de especias cerrado con lentejas dentro…
Como veis, he intentado poner ejemplos de cosas que podemos encontrar en casa o en cualquier tienda que tenga un poco de todo.
Dicho esto, lo más habitual es combinar objetos en el mismo cesto, no obstante, existe la modalidad de crear las cestas temáticas: el cesto de elementos de madera, el cesto de metal, el cesto de frutas… etc.
Una vez entreguemos al bebé el cesto, tendremos en cuenta las siguientes cosas:
- no le impidamos meterse los objetos en la boca! También debe experimentar con el sabor, y así estimular sus 5 sentidos: el tacto (peluche VS mimbre), el olfato (madera VS tela), la vista (llaves VS huevera), el gusto (madera VS metal) y el oído (tela VS cascabeles).
- Debido al punto anterior, deberemos vigilar que los objetos estén siempre limpios y lavarlos regularmente.
- Conviene cambiar algún objeto de vez en cuando! Quitamos uno y ponemos otro nuevo… así, estimularemos su curiosidad y no se cansará rápidamente.
- No dejemos al bebé sin supervisión mientras explora el cesto.
- Es una buena actividad recoger juntos los objetos una vez termina de jugar, así, además del juego dentro-fuera, empezamos a trabajar el orden y el sentido de «recoger».
- El cesto de los tesoros estimula su coordinación óculo-motora y le permite descubrir distintos pesos, volúmenes y comportamientos de los diferentes materiales.
Os enseño una fotito del que hicimos nosotros con Joel, pero continuamente le iba cambiando las cosas!

¿Os animáis a hacer uno?