Siempre me imaginaba a Joel con el pelo afro abundante, modo bolita, estilo «Jackson 5» para que nos entendamos. Sin embargo, llevaba ya unas semanas notando que esa bolita crecía, pero de manera desigual… Cuando le peinaba, había zonas de pelo que sobresalían más que otras y pensé que necesitaba un poco de retoque.
Después de informarme sobre cómo cortar el pelo afro, me llegó el concepto «podar». Sí, podar como a los arbustos, porque básicamente la técnica es la misma.
A diferencia de nuestro pelo europeo, el pelo afro hay que cortarlo en seco, así podremos ir viendo las zonas que necesitan más corte y poder igualar la forma.
Como con los niños es tarea casi imposible mantenerles quietos, hice un poco de trampa: trona + galleta + dibujos. Sí, mala madre pero le pude cortar el pelo.
Primero le desenredé bien con nuestro gran aliado el cepillo para pelo rizado/afro (siempre humedecer para cepillar!!) y después simplemente fui podando todas las zonas que sobresalían, haciendo hincapié en los laterales para darle una forma más bonita al acabado.
El resultado no fue nada malo, y me pareció súper fácil.
Además, cortar regularmente el cabello lo mantiene fuerte y sano. Ahora cada vez que veo una zona sobresaliendo de más ya quiero coger las tijeras…es adictivo!
Así que ya sabéis…mamis de pelos rizados: ¡a podarles como arbolitos!
Antes Después